Financiación empresarial y acceso al crédito en Portugal

Entre los diferentes retos a los que se enfrentan las empresas portuguesa, emerge una cuestión que se convierte posiblemente en uno de los mayores obstáculos para avanzar en sus procesos de crecimiento y expansión: el acceso al crédito y la financiación empresarial.

En la actualidad, el tejido empresarial portugués sufre un acceso limitado al crédito, lo que termina por ahogar muchas iniciativas prometedoras. Esto se ve exacerbado por la alta dependencia de nuestro empresariado, particularmente las PYMEs, al crédito bancario, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico:

El sistema financiero portugués

Por eso, no está demás en este punto observar un poco al propio sistema financiero portugués, al que algunas organizaciones internacionales como la OCDE califica de “frágil”. Por un lado, cabe destacar que la banca portuguesa adolece de le falta de estructura y orientación empresarial.

También es una característica problemática el hecho de que buena parte del poder dentro del sector financiero en Portugal se concentre entre inversores de países extranjeros. Ello, sumado a la disminución de bancos de capital portugueses, configura una seria limitación al desarrollo de nuestras empresas.

Así pues, el sistema bancario y crediticio en Portugal demanda cambios, y es exigible a nivel institucional y político la promoción de acciones concretas que incentiven la financiación empresarial con el objeto de hacer más accesible y flexible la financiación bancaria para el tejido empresarial.

Sin embargo, debemos ser capaces de mirar más allá, ser creativos y avanzar en el desarrollo y el aprovechamiento de medios alternativos de financiación empresarial que ya se encuentran al alcance de nuestras manos.

Medios alternativos de financiación empresarial

Una de las primeras alternativas a tener en cuenta debería ser la autofinanciación, ya sea a partir de ahorros personales, a través de personas cercanas en lo que jocosamente se conoce como las 3 F’s (Family, Friends and Fools), de la financiación vía accionistas, o invirtiendo los propios beneficios.

Existen además otros mecanismos de financiación empresarial privada no bancaria que no se están explotando lo suficiente en Portugal. Entre las posibilidades más reseñables habría que citar inversores privados en forma de business angels, incubadoras de negocios o entidades de capital riesgo, y el recurso a la financiación colectiva, a través de fórmulas como el crowdfunding o la tokenización de activos.

Los business angels son inversores particulares que se muestran interesados en apoyar proyectos empresariales innovadores desde sus primeros pasos, apoyo no es sólo financiero ya que también puede incluir valores añadidos con sus propios contactos, experiencias y conocimientos. Las incubadoras de negocios van un paso más allá, ya que además de aportar financiación empresarial y buscar inversiones, suelen ocuparse de todos los requisitos formales que conlleva crear una empresa y hacerla crecer.

Por otro lado, el capital riesgo tiene también por objeto canalizar inversiones hacia proyectos empresariales basados en ideas innovadoras, aunque más orientado a empresas en proceso de crecimiento hacia su consolidación y expansión. Aunque ofrecen inversiones más sustanciosas que las que proporcionan los business angels, sus condiciones suelen ser también más exigentes.

Por último, no puede eludirse las vías de financiación empresarial de tipo colectiva que traen consigo los nuevos tiempos digitales. El crowdfunding se va haciendo cada vez más popular, y consiste en la obtención de financiación colectiva a través de pequeñas aportaciones individuales a través de plataformas de internet.

Más incipiente aún es la financiación empresarial a través de los tokens y contratos inteligentes que trae consigo la disruptiva tecnología del Blockchain. Un token vendría a ser una unidad de valor digital, como una criptomoneda, que una empresa puede desarrollar y vender a través de una ICO (Initial Coin Offering), disponiendo así de capital por adelantado para financiar nuevos proyectos. Aunque todavía éste es un universo emergente, no son pocas las voces que creen que será un instrumento revolucionario en el terreno de la financiación empresarial.

Los desafíos de la financiación empresarial en el contexto portugués

Este tipo de fórmulas están muy implantadas en otras geografías, como los Estados Unidos. Sin embargo, aún no han arraigado en Portugal, donde a menudo cuesta cerrar la adecuada ronda de financiación. Por eso es todo un reto para el empresario portugués, especialmente para los pequeños, buscar y encontrar este tipo de financiación  empresarial alternativa, lo que implica contactar con las personas adecuadas y elegir el inversor más propicio para cada negocio.

Hay que tener claro que es necesario apostar porque la capitalización de nuestras empresas y los nuevos negocios se realicen en Portugal también a través de mecanismos alternativos a los tradicionales. De esta manera, el empresario portugués tendrá mayor libertad para elegir entre opciones viables de acuerdo a sus necesidades, consiguiendo al mismo tiempo una mayor autonomía frente al sector financiero.

En última instancia, en esta dimensión relativa a la financiación y la capitalización, influyen mucho los factores de miedo y aversión al riesgo de los que he hablado siempre. Portugal está avanzando en este campo pero cada vez se hace más necesario despojarnos de ese miedo que nos frena ante lo desconocido. No va a ser posible crear empresas rentables si no les concedemos capital suficiente para asegurar su camino y para ello debemos aventurarnos. Allí radica nuestro futuro.